Escuchando hablar a las personas, me doy cuenta que la felicidad está sobrevalorada para una mayoría, piensan que es algo que está ahí esperándote a la vuelta de la esquina, y que cuando la encuentras nunca terminara, lastimosamente la felicidad no trabaja así, y eso es lo difícil de la vida.
Hay cosas tan sencillas que te causan felicidad y que no las apreciamos, como un cigarro bajo la lluvia, una cerveza en la playa, una mirada seductora, una sonrisa cuando vas triste por la calle, y así infinidad de pequeños momentos, momentos sencillos que todos vivimos pero aun así nos sentimos infelices, luego hay momentos que te hacen feliz con mayor intensidad, como cuando sacas tu licencia de conducir, o cuando te gradúas, o cuando te das cuenta que serás papá; son momento más plenos, que sobreviven por más tiempo; y finalmente hay una felicidad un nivel más arriba, como cuando cumples tus sueños, cuando nadie cree en ti y aun así lo logras, o cuando te dicen "papa", todos estos momentos son personales, todos las hemos vivido, pero no todos somos felices, hay infelices crónicos, personas que se quejan de todo y por todo, y que aunque la vida les de lo mejor, nunca es suficiente para llenar su ego, mi consejo es alejarse lo más que puedas de la gente así, o te hundirás con ellas, te destruirás como un hierro que se corroe, mejor escucha tu yo interno en cada decisión que tomes en tu vida, esa vos que te dice "tomate un café", "escucha esa canción", "escribe", "pinta", "canta", "ama", y entonces recolectaras miles de instantes que te harán feliz, este día puede ser tu última oportunidad.
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