Tu, sueles ser invierno;
mas tormenta y menos cielo,
moderada renuevas paisajes,
en exceso los destruyes,
al contemplarte generas paz,
pero al sentirte congelas los huesos.
Yo, suelo ser mas viento;
menos brisa y mas ventisca,
puedo soplar tu cuerpo dulcemente,
o puedo fácilmente hacer estragos.
Juntos, podemos gestar una suave tormenta,
que refresque las mañanas,
que de paz a nuestras vidas.
Pero juntos al contrario,
amargamente engendramos caos.
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